Soluciones para compactar aluminio y metales. Reduce volumen y facilita el reciclaje en origen.
Los envases metálicos - como latas, botes, bidones o recipientes de conserva y pintura - ocupan un volumen desproporcionado respecto a su peso. A menudo, más del 80–90 % del espacio que llenan es simplemente aire. Esto provoca problemas de almacenaje, incrementa los movimientos internos y obliga a realizar recogidas más frecuentes de lo necesario.
Compactar los metales en origen es una de las formas más eficaces de mejorar la gestión de este material. Al reducir de manera drástica su volumen, los envases pasan de ser elementos incómodos y dispersos a balas sólidas y fáciles de manipular. Esto libera espacio, reduce los costes logísticos y facilita que el material pueda enviarse directamente a reciclaje sin pasos intermedios innecesarios.
Además, muchos envases metálicos contienen restos de sustancias grasas, aceites, tintes o residuos poco higiénicos. Cuanto menor es el volumen, menor es la cantidad de contenedores especiales necesarios y más controlado es el flujo, lo que contribuye a reducir los costes de recogida y tratamiento.
Ya se trate de aluminio, acero o mezclas de metales, nuestras soluciones están diseñadas para ofrecer una compactación potente, segura y sencilla de usar, permitiendo trabajar de forma más ordenada, eficiente y sostenible desde el propio punto de generación.